El sistema utiliza electrodos que generan comunicación que tendrá lugar en el circuito cerrado que se crea entre el paciente y el equipo. Con este equipo se reciben y se miden las oscilaciones fisiológicas del cuerpo. Las patológicas se corrigen y se vuelven a trasmitir corrigidas y las correctas se intensifican.
Las oscilaciones que se consideran sanas pueden cambiar si nuestro organismo contiene bacterias, parásitos, virus, hongos, metales pesados, toxinas etc. ya que cambia la frecuencia, amplitud e intervalos de las oscilaciones. Este proceso genera desequilibrios en los procesos bioquímicos que se pueden provocar patologías de todo tipo, tanto físicas como psíquicas.
Después de llevar a cabo la evaluación y el tratamiento, se debe beber mucha agua para que mediante el sistema linfático, el renal, el respiratorio, y la piel se consiga la eliminación toxínica.
Esta técnica no tiene efectos secundarios ni tampoco contraindicaciones. Además es compatible con otros tratamientos tanto convencionales como de medicina alternativa.
¿Qué más puede aportar esta técnica?
Con ella podemos detectar cargas por metales pesados, podemos detectar intoleracias a alimentos, medicamentos, sustancias químicas. Permite adaptar los tratamientos a las necesidades concretas de cada individuo.
¿Es apta esta técnnica tanto para bebés como para personas mayores?
Sí, es apta para todas las personas, tengan la edad que tengan.
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Bernhard Beisert, Acupuntor, Homeópata e Iridólogo